martes, 4 de septiembre de 2012

CARTA A RUTH Y JOSE


CARTA A RUTH Y JOSE

Esta carta va dirigida a vosotros, dos niños inocentes e ignorantes de lo que es capaz el ser humano adulto, porque alguien decidió que debía haceros desaparecer para colmar su sed de venganza y superioridad hacia otra persona que sufre lo indecible vuestra ausencia. Lo realmente asombroso es que supuestamente el que decidió tal barbaridad es vuestro padre, que, junto con vuestra madre, deberían ser las dos personas que más os quieren y que más desean protegeros. En este caso vuestro padre ha perdido la calidad de persona y de ser humano, porque no es humano pergeñar la forma de deshacerse de sus propios hijos en una hoguera preparada para que no quede ni un solo rastro identificable. Y desgraciadamente lo ha hecho tan bien que ha provocado errores en los informes que trataban de decidir si esos restos eran o no humanos. Vuestros restos.
Para la opinión pública está bien claro: vuestro padre posiblemente os durmió y os llevó a una zona de la finca de vuestros abuelos donde, de manera fría y calculadora, diseñó una hoguera a vuestra medida, rectangular y tapada con una mesa metálica para conseguir la mayor temperatura posible. Es duro contaros esto, porque seguramente vuestra última imagen haya sido la de ese “papito” que os vestía y os llevaba al colegio, que os daba de merendar y os llevaba al parque a jugar, engañándoos fríamente  para que no temierais nada ni dudarais de él aun cuando ya tenía decidido mataros.
Pero no lloréis, porque mamá estará siempre con vosotros, aunque la duda de pensar si podía haberlo evitado viva con ella el resto de sus días. Y es que es imposible, ni siquiera remotamente, imaginar que alguien, y sobre todo vuestro padre, haya sido capaz de haceros esto. Así que descansad, allí donde estéis, con la pureza de vuestra ignorancia, y dejad para el mundo de los vivos la imposibilidad de intentar entender esta injusta desgracia.
Publicada en el Faro de Vigo de 11/09/2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario