miércoles, 10 de octubre de 2012

LLUVIA -CAPÍTULO XVI-



                                                                    CAPÍTULO XVI

 El inspector García estaba sentado en su silla giratoria, detrás de la mesa de trabajo, mirando por la ventana. Mordisqueaba un lápiz, él nunca usaba bolígrafo, mientras oteaba los edificios más altos de la ciudad. Le preocupaba el caso de la chica desaparecida. Habían pasado varios días y las posibilidades de encontrarla viva o en buen estado disminuían. No abundaban los secuestradores con la infraestructura lo suficientemente segura como para mantener a una persona secuestrada. Maldita manía de ir a correr solas, por sitios poco transitados. Era infinitamente más seguro matricularse en un gimnasio. Su mujer iba a clases de ganchillo, junto con otras seis mujeres más, y tenía la casa llena de tapetes de todos los colores encima de los brazos de los sofás, en las fundas de los cojines, sobre las mesas… pero prefería eso a pensar que podía estar sola corriendo por ahí. Claro que no se imaginaba a su mujer haciendo footing, con mallas apretadas y una cinta para el sudor en la frente. Tan absorto estaba que no vio llegar a Fuentes.

-  Jefe, traigo noticias- García se giró en la silla y encaró a su joven ayudante.

-  Dime.

-  López, el que encargó usted que vigilase al marido de la chica desaparecida, la que hacía footing, quiere hablarle.

En ese momento entró por la puerta un hombre corriente, vestido con colores oscuros y con la apariencia de alguien que no llamaría nunca la atención.

-  Inspector, he seguido al sospechoso y estuvo un buen rato en la oficina donde trabaja su mujer, la chica desparecida. Luego ha bajado con cara de malas pulgas y ha entrado en su cochazo. Como no daba arrancado me acerqué disimuladamente y le vi leer una nota. Desgraciadamente no pude ver lo que estaba escrito, pero sí la cara del sospechoso. Se puso pálido y empezó a girar la cabeza hacia todos los lados, como si buscase algo o a alguien. Mi situación se vio comprometida y me fui despacio. El caso es que una hora antes vi merodeando a un tipo de esos que dejan publicidad en los parabrisas de los coches, y paró más de la cuenta al lado del coche del marido. Solo recuerdo que llevaba una gorra roja y estaba algo relleno… nada más.

-  Bien, ¿dónde está el sospechoso ahora?

-  Ha ido a su empresa, a trabajar.

-  Gracias, puede retirarse. Siga estando pendiente de él y comuníqueme cualquier cambio en su rutina.

López se marchó y Fuentes se sentó delante de su jefe. Abrió una carpeta y sacó varios papeles.

-    Esto es lo que los compañeros han averiguado sobre la promotora de Lucas. Actualmente no es que esté muy boyante, que se diga – giró los papeles hacia el inspector y éste comprobó lo que su ayudante decía.

-    Ha solicitado un expediente de regulación, y durante este año ha despedido ya a cinco trabajadores. Tiene varios préstamos y un crédito ICO que ha ido refinanciando. Me da que está con el agua bien al cuello…

-    Intenta averiguar los nombres de los despedidos y habla con ellos. Mira si alguno pudo urdir todo esto por venganza. Creo que la chica es de familia adinerada, puede que vayan por ahí los tiros. Vuelve a hablar con la hermana, quizá esta vez consigamos que nos diga algo. Sabemos que no tenían relación, pero viven cerca, algo más tiene que saber… investiga a la familia de ella y tráeme todos los datos cuanto antes.

2 comentarios:

  1. ¡Qué grande García y los tapetes de su mujer!
    Este tipo de personajes me encantan :-)
    Un saludo.

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  2. Los personajes profundos o en los que recae una gran responsabilidad siempre divagan con las cosas superficiales de los que le rodean. Es un clásico de los personajes policíacos, me alegro de que te des cuenta!!!

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